Beli Martínez: “Mi idea desde el inicio fue producir películas con una clara vocación autoral”

24 / 09 / 2021

Nuestra asociada Beli Martínez recibirá mañana el premio Chano Piñeiro en la XXVI edición del Ourense Film Festival (OUFF), un galardón instituído este año para “reconocer a las personas emprendedoras del audiovisual gallego, que sacan adelante sus proyectos en ocasiones al margen de la industria estandarizada”. Repasamos con ella su trabajo al frente de Filmika Galaika, desde los comienzos hasta las películas que, este año, la están llevando a visitar los festivales de cine más importantes del mundo. 

¿Qué sentiste cuando te comunicaron este reconocimiento? 

Lo primero fue sorpresa, porque este es el primer premio que recibo a título personal. Normalmente este tipo de galardones se da a directores, actores, etc, es decir, aquellos miembros de los equipos con una mayor visibilidad. Mi trabajo es bastante invisible y bastante duro por lo que cualquier reconocimiento siempre es bienvenido y de agradecer.

Por otra parte, siempre recuerdo un vídeo que circula por la red en el que Chano Piñeiro habla de la necesidad de hacer cine en Galicia, un cine propio. Él formulaba entonces estos como una especie de utopía y, por mi parte, me alegra que, en cierta medida, este galardón reconozca este esfuerzo que muchos de nosotros hacemos para que sea una realidad.

El festival destaca tu labor desde Filmika Galaika “por potenciar y dar a conocer una hornada de nuevas creadoras y creadores gallegos” así como la proyección internacional de los trabajos que produces. ¿Estaban entre tus objetivos al poner en marcha la productora? Puedes contarnos cómo fueron esos inicios?

Mi idea desde el principio era poder producir películas con una clara vocación autoral. Evidentemente, hace doce años (los años que tiene Filmika) esto era mucho más complicado y mentiría si dijese que entre nuestros objetivos estaba llegar donde hemos llegado. Entonces ni yo misma creía que nuestro cine tuviese el potencial de estar hablando de tú a tú, a nivel internacional, con las propuestas más relevantes, como lo hace en el momento actual.

Rodaje de Eles transportan a morte.

Esta proyección internacional continuó en 2021 con grandes noticias para nuestro sector: la selección de Sycorax, dirigida por Lois Patiño y Matías Piñeiro en la Quincena de los Realizadores del Festival de Cannes y, más recientemente no festival de Toronto; Eles transportan a morte, dirigida por Samuel M. Delgado y Helena Girón, seleccionada en la Semana de la Crítica de la Mostra de Venecia y en la sección Zabaltegi del Festival de San Sebastián. ¿Da vértigo pensar en estas grandes citas internacionales? ¿Hay algún festival en el que te gustaría estar seleccionada en el que aún no lo estuvieses?

Da mucho vértigo pensar en estos últimos años; en la trayectoria de la empresa en genera y en la mía en particular. Espero que esta carrera sea inspiradora para otras personas. Siempre recuerdo que cuando estudiaba se nos hablaba de que lo máximo a lo que podíamos aspirar era a llegar a trabajar en Madrid. Aguardo que los logros obtenidos en estos últimos años nos hagan confiar más en nosotros y en nuestras propias potencialidades. 

Sobre la idea de estar seleccionada en uno u otro festival a mi sobre todo me gustaría ir a aquellos sitios en los que se crea cierto espíritu de comunidad. Hay varios que me gustaría visitar como Viennale o Jeonju por la cercanía que tengo con varias de las personas que trabajan allá y por las referencias de la gente que ya los ha visitado.

“Recuerdo que cuando estudiaba se nos hablaba de que lo máximo a lo que podíamos aspirar era a llegar a trabajar en Madrid. Aguardo que los logros obtenidos en estos últimos años nos hagan confiar más en nosotros y en nuestras propias potencialidades.”.

Beli Martínez, productora.

Los dos trabajos anteriores son coproducciones. En tu opinión, ¿cuáles son las ventajas y desventajas de coproducir? ¿Piensas que el hecho de coproducir ayuda a alcanzar una mayor proyección internacional? 

Producir una película supone un largo viaje en el que habrá muchos momentos duros y complicados, al igual que también los hay buenos, esto no lo podemos olvidar nunca. Es un proceso largo en el tiempo por el que deberemos saber buscar muy bien a esos compañeros de travesía. Debe ser gente en la que confiemos al cien por cien y con los que sabes que puedes contar a pesar de las dificultades.

Nuestras dos últimas producciones, como bien dices, son coproducciones que como normalmente las defino son coproducciones naturales. Eles transportan a morte se filma y habla de una historia que transcurre en dos territorios: Galicia y Canarias. Lo normal era que fuésemos un coproductor de cada uno de estos espacios como así fue. Con Sycorax acontece lo mismo. La historia sirve de preludio al largometraje Ariel que se filmará en Galicia y Azores, por lo que era importante empezar a probar no solo a los directores (Lois Patiño y Matías Piñeiro), al director de fotografía (Mauro Herce) sino también a los propios productores. En este sentido, creo que tanto El Viaje para Eles transportan a morte como Bando à parte, en caso de Sycorax tienen filosofías muy próximas a Filmika Galaika y una visión muy parecida a la idea de que qué es el cine.

La productora Beli Martínez.

Tus producciones más recientes son obras de ficción, pero desde Filmika Galaika también has producido documentales como Those that, at a distance, resemble another de Jessica Sarah Rinland, Os Corpos de Eloy Domínguez Serén o Manoliño Nguema, de Antonio Grunfeld (Mestre Mateo al Mejor largometraje documental en 2019). ¿En qué formato te resulta más cómodo trabajar? 

Desde que estudiaba me interesó el cine documental, el trabajo con lo real. Frente a la idea, ya superada, de que el documental es un discurso de la sobriedad, me parece que es uno de los espacios más creativos y propicios a la experimentación narrativa y formal.

Últimamente sí que es cierto que tengo producido más ficciones pero, al final, lo que me interesa más no es la distinción entre ficción o documental, si no su intersección y, sobre todo, aquellos films que se interrogan a si mismos y al lenguaje cinematográfico.

“Lo que me interesa más no es la distinción entre ficción o documental, si no su intersección y, sobre todo, aquellos films que se interrogan a si mismos y al lenguaje cinematográfico”.

Beli Martínez, productora.

Tu tesis de doctorado, O cine de non ficción no Novo Cinema Galego 2006-2012, es pionera en el análisis del fenómeno del Novo Cinema Galego. ¿Cuál consideras que fue la evolusión del fenómeno desde sus inicios hasta hoy? 

Algunos hablan de la muerte del Novo Cinema Galego, yo no diría tanto. Pero es obvio que hay una evolución. A lo largo de estos más de diez años podemos observar cómo hay una madurez en las propuestas y también en las propias producciones al fortalecer sus presupuestos y las propias estructuras productivas. Hace diez años era improbable que estas películas fuesen apoyadas por empresas o televisiones. Así y todo, también hemos ido perdiendo algunos elementos genuínos propios de la gente joven, como puede ser brío e ingenuidad.

A lo largo de tu trayectoria, además de la docencia y la producción, has estado vinculada a proyectos diversos como Socheo (Premio de Alfabetización Audiovisual del Ministerio de Educación), Camiños da Imaxe, Cinema e Muller o festivales gallegos como Play Doc o Curtocircuíto. Si tuvieses que destacar uno solo, ¿con cuál te quedarías y por qué? 

Al leer este listado creo que lo que se puede destacar es cierta coherencia en mi trayectoria… por momentos también soy incoherentey me gusta serlo en la vida. Llevo más de veinte años vinculada al cine y creo que, entre todos estos proyectos, hay una línea común que es la de tratar de hacer cosas con voluntad de innovar y de avanzar. Es importante no quedarse estático o inmóvil, trabajar y, a pesar de los obstáculos, caer y levantarse.

¿Puedes adelantarnos en qué proyectos te veremos proximamente?

En estos momentos estamos con la preproducción de La Parra, un largometraje de Berto Gracia que se va a rodar en Ferrol. Me hace especial ilusión esta película porque, además de trabajar por primera vez con uno de los directores más genuínos, también es una película urbana; después de haber filmado bastante en el rural, la idea de filmar en una ciudad, y más en Ferrol, me resulta atractiva. También estamos tratando de arrancar Krakatoa, un proyecto de Carlos Casas, de corte eminentemente experimental sobre la historia del Krakatoa y que narra la historia del último superviviente a la erupción del volcán.

Fotografías: Tamara de la Fuente

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