Alfonso Zarazua rodó en Ons su quinto largometraje de título homónimo, estrenado en el pasado Festival de Sevilla.
Una historia en la que la naturaleza salvaje de la isla ejerce su magnetismo en la vida de un grupo de personas a las que dan vida Melania Cruz, Antonio Durán ‘Morris’, Xúlio Abonjo, Anaël Snoek y Marta Lado en los personajes principales.
Después de La noche que dejó de llover (2008), Encallados (2013) Los fenómenos y El viaje de los Chévere (2014) el director compostelano vuelve a ponerse detrás de las cámaras para afrontar un rodaje que se llevó a cabo en circunstancias muy exigentes.
Pasó más de una década desde tu ópera prima, La noche que dejó de llover. ¿Cómo ha cambiado tu forma de dirigir desde entonces?
Pues si, rodé La noche que dejó de llover entre agosto y octubre de 2007. Muchas cosas han cambiado desde entonces en el mundo y en mi interior. Se puede decir que he madurado y que mi cine supongo que también. Ahora filmo de un modo mucho más seguro, pienso que arriesgo mucho más porque confío más en lo que hago intuitivamente. Pienso también que la edad te da un poso de amargura que a veces se confunde con la profundidad. Creo que era Paul Klee quien decía que el cometido del arte es hacer visible lo invisible y en eso ando, aprendiendo a trabajar desde la sutileza y alejándome lo más que puedo de los tópicos y lugares comunes, de lo zafio y lo manido. Imagino que esa será la diferencia principal entre yo y mi yo de hace trece años, aunque no lo tengo muy claro.
Para la escritura do guión vuelves a contar con Jaione Camborda, quien ya fue tu co-guionista en Os Fenómenos. ¿Cómo fue el trabajo con ella?
Sí, escribí de nuevo el guión con Jaione porque tengo la gran suerte de poder contar con su mirada inteligente y lúcida en mis películas. Nos conocemos muy bien y nos aportamos mucho mutuamente. Te puedo decir que pasamos varios meses trabajando cinco días a la semana y siete horas al día hablando del film que queríamos hacer sin llegar a escribir una sola palabra. Hablando de lo esencial. Eso es lo mejor de Jaio, poder profundizar mucho en las cosas desde el rigor. Una vez que llevamos a la idea de película que queríamos hacer, hicimos un primer borrador juntos y después ya hice yo solo ocho más, porque lo esencial ya estaba en el primero, lo demás es esculpir y sacar brillo.
En Ons la presencia femenina es muy importante, ¿cómo ha sido el trabajo con las actrices?
Toda la película gira en torno a Mariña el personaje de Melania. Las mujeres en general tienen un modo creo que mucho más esencial de estar en el mundo, por eso me interesan. Ya en Os Fenómenos la protagonista única era una mujer. Mariña es, como todo el mundo, un ser complejo, y profundizar en esa profundidad non ha sido sencillo pero sí interesante. Después la capa de fisicidad y emocionalidad aportada por Melania ha sido grandiosa, de una riqueza y verdad absoluta. Melania es unha actriz única y grandiosa, se embriaga con el personaje de un modo absoluto y eso es un regalo para el film y por lo tanto, para mi. Adoro trabajar con ella.
Además hay varias mujeres de diferentes edades que complementan esa feminidad, desde una niña de ocho años hasta una señora de noventa y cuatro que tuvimos en el rodaje varios días. El personaje de Marta Lado, la farera Isa, es un complemento perfecto para el de Melania, tiene todo aquello de lo que el de Melania carece. Es madre, está embarazada de nuevo y tiene una familia, un trabajo y un lugar (Ons) que la arraigan; en Mariña todo es desarraigo e incertidumbre. Aún que las cosas no siempre son lo que parecen.
«Las mujeres en general tienen un modo creo que mucho más esencial de estar en el mundo, por eso me interesan»
Alfonso Zarauza, director de Ons.
¿Cómo foi rodar en una isla?
La isla todo lo da y todo pasa factura. Es un lugar abrumadoramente generoso pero muy complejo. Filmar en la isla en octubre y noviembre, con toda la isla para nosotros, fue un auténtico privilegio fílmico y vital pero fue muy duro también. Filmar bajo cinco temporales atlánticos en playas, acantilados y caminos embarrados fue hermoso pero muy duro, todo eso está en la película.
Tuve la suerte de tener un equipo maravillosamente entregado y fuimos capaces de sacar el rodaje adelante en durísimas circunstancias, pero hubo un gran ambiente en el equipo y en los actores, fueron todos muy generosos. Estoy muy orgulloso de toda esa gente. Rodábamos en tandas de diez días seguidos y después salíamos un par de días de la isla para descomprimir, algunas veces nos quedábamos aislados. Los temporales son muy poderosos en la imagen pero son incómodos, los equipos se estropean por la humedad, los actores y el equipo están mojados durante largas horas y no hay donde cambiarse. Ha sido duro pero profundamente hermoso.
«Tuve la suerte de tener un equipo maravillosamente entregado y fuimos capaces de sacar el rodaje adelante en durísimas circunstancias»
Alfonso Zarauza, director de Ons.
¿Cómo afectó la crisis sanitaria a los procesos de postproducción y distribución de Ons?
Hace un año estábamos filmando en la isla, después hicimos, durante largos meses llenos de ilusión, toda la postproducción del film. Las expectativas eran inmejorables, cuando una pandemia cae sobre el mundo. Todo se vuelve confuso y lleno de incertidumbre per, en ese extraño ambiente general, la película fue encontrando su camino por un circuito de festivales muy prestigiosos y exquisitos, como son el europeo de Sevilla, Márgenes de Madrid o nuestro Cineuropa.